jueves, 21 de febrero de 2008
El constructivismo
El constructivismo parte de la responsabilidad del sujeto sobre su propio proceso de aprendizaje: una experiencia personal basada en los conocimientos previos, a semejanza de una construcción edificada a partir de sus cimientos. En el plano educativo, el constructivismo pedagógico se refleja en una corriente didáctica que, partiendo de una teoría del conocimiento constructivista, estimula el aprendizaje favoreciendo el desarrollo del sujeto para que éste asimile la realidad, considerando especialmente la capacidad que todo sujeto posee para ello.
El aprendizaje es una experiencia completa
El constructivismo dice que la estimulación del aprendizaje con todo el cuerpo, porque no sólo aprendemos lo percibido por los ojos o los oídos, sino por todos los sentidos incluidos el tacto, el olfato y el gusto.
En gran parte nuestra forma de percibir el mundo es un aprendizaje cultural; así nuestro manejo del espacio, el sentido del tiempo y todo aquello que tomamos del ambiente es percibido y seleccionado sobre la base de cómo hemos sido "educados" para comprender. Porque en términos generales la mirada se entrena a ciertas formas, colores y estímulos; así como el oído se prepara para determinado idioma, ritmos y acordes musicales; el olfato y el gusto a alimentos propios de la cultura en que se crece y la piel para percibir texturas, distancias y sensaciones.
Los educadores —cuando estamos sensibilizados a la propuesta constructivista— damos un margen de libertad a los pequeños: ellos interactúan con los objetos y los conceptos según sus necesidades. Paradójicamente, las principales enseñanzas que recibimos los educadores provienen directamente de los niños; por ejemplo, cuando el pequeño Santiago me invitó a jugar al dominó, mientras sacábamos las fichas inicié una serie de elucubraciones acerca de cómo podría un niño de 3 años disfrutar de este complejo juego. Pensé iniciarlo a contar puntos, o que a través de la configuración de éstos identificara cada ficha para colocarla; pero no hicieron falta mis conocimientos de psicóloga. Él sencillamente empezó a colocar las fichas para formar los castillos que su creatividad le inspiraba, tal y como Jean Piaget acerca de cómo el niño toma los objetos del medio ambiente y los usa según su propia madurez y necesidades.
En ese sentido, el constructivismo impulsa a retomar aquello que ya sabe un niño para ayudarlo a aprender más. Insta a utilizar lo que le interesa y le es mas cercano, para que el nuevo aprendizaje se acomode y enriquezca lo que ya comprende, formando un nuevo saber.
En gran parte nuestra forma de percibir el mundo es un aprendizaje cultural; así nuestro manejo del espacio, el sentido del tiempo y todo aquello que tomamos del ambiente es percibido y seleccionado sobre la base de cómo hemos sido "educados" para comprender. Porque en términos generales la mirada se entrena a ciertas formas, colores y estímulos; así como el oído se prepara para determinado idioma, ritmos y acordes musicales; el olfato y el gusto a alimentos propios de la cultura en que se crece y la piel para percibir texturas, distancias y sensaciones.
Los educadores —cuando estamos sensibilizados a la propuesta constructivista— damos un margen de libertad a los pequeños: ellos interactúan con los objetos y los conceptos según sus necesidades. Paradójicamente, las principales enseñanzas que recibimos los educadores provienen directamente de los niños; por ejemplo, cuando el pequeño Santiago me invitó a jugar al dominó, mientras sacábamos las fichas inicié una serie de elucubraciones acerca de cómo podría un niño de 3 años disfrutar de este complejo juego. Pensé iniciarlo a contar puntos, o que a través de la configuración de éstos identificara cada ficha para colocarla; pero no hicieron falta mis conocimientos de psicóloga. Él sencillamente empezó a colocar las fichas para formar los castillos que su creatividad le inspiraba, tal y como Jean Piaget acerca de cómo el niño toma los objetos del medio ambiente y los usa según su propia madurez y necesidades.
En ese sentido, el constructivismo impulsa a retomar aquello que ya sabe un niño para ayudarlo a aprender más. Insta a utilizar lo que le interesa y le es mas cercano, para que el nuevo aprendizaje se acomode y enriquezca lo que ya comprende, formando un nuevo saber.
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